Mascara Antimoscas con Orejeras Waldhausen
Las moscas tienen efectos directamente evidentes: sobre el caballo al producir desasosiego, falta de concentración a la hora de trabajar o competir, y estrés.
También tienen otros peligros menos evidentes: pueden transmitir enfermedades y reducir la higiene en el establo, tanto para el caballo como para las personas.
Aunque en menor frecuencia que los mosquitos, las moscas picadoras pueden producir dermatitis alérgicas.
Otras, aunque no pican, no son menos perjudiciales. Se alimentan de secreciones y, por ello, rondan heridas, ojos, ollares, genitales y mamas, irritando mucosas y retrasando la cicatrización de heridas.
En los ojos pueden producir irritaciones de tal nivel que incluso se convierten en conjuntivitis.
Si depositan huevos en heridas, se desarrollan miasis, es decir, crecimiento de larvas en los tejidos del caballo. Por suerte, no son frecuentes.